lunes, 28 de septiembre de 2015

Una vida en la carretera


Es la semana número cuatro aquí en Polonia y cada dia que pasa es una cancion nueva. Hoy te quiero hablar de los lugares en los que he estado. Czestochova es una ciudad muy acogedora y tiene muchísima historia que contar. En la guerra fue una de las pocas ciudades que aguantó gracias a las murallas que la rodean. Uno de los primeros días nos llevaron al monasterio de Jasna Gora, uno de los mas famosos de Polonia, mucha gente peregrina cada año para visitarlo.
Czestochova tiene todo lo que le puedas pedir a una ciudad así. Tiene cultura, tiendas y cines. 
Ahí ponen las películas en inglés con subtítulos en polaco pero lo raro viene cuando salen por la tele.

Las pelis las doblan como los documentales de la dos, quiero decir, se escuchan las voces originales de fondo y encima hay una sola voz en polaco doblando todos los personajes. Creo que no me acostumbraría nunca a ver las pelis así jajajaja.

Este fin de semana estuvimos de viaje. Mi familia me llevó a una antigua mina de sal que se llama Wieliczcka. Ese sitio es increíble, en el tour caminabas 2 kilómetros bajo tierra y cuando terminamos Bartek me dijo: Solo hemos visto un uno porciento de toda la mina. Me quedé flipado jajaja
Después fuimos a Cracovia, una ciudad que me encantó. El rollo que tiene me recordó a Barcelona. No estoy hablando de los edificios o la gente, si no de las sensaciones que daba. Cuando íbamos por el centro, las panaderías olían genial y todas las tiendas tenían vida. Había muchos músicos callejeros y un grupo de breakdance en medio de la plaza.

El lunes fue el cumpleaños de Bartosz. Aquí dicen que los cumpleaños importantes como cuando cumples 18 se celebran a lo grande pero los demás se hacen con la familia.
Cuando llegan a clase el día del cumpleaños siempre traen algo de chocolate para la clase y todo el mundo les felicita. No les dicen "Felicidades" y ya está. Con cada persona se quedan hablando un ratito y se desean lo mejor. 
La familia preparó algunos regalitos y una tarta buenísima. Pasamos la tarde en el salón hablando de un montonazo de cosas. Sus abuelos me encantan, tienen muchísima vida y aunque fuesen mudos os estaríais riendo de las caras que ponen.

Esta mañana me desperté a las cinco de la mañana para irme a Wroclaw. Es una ciudad en Polonia conocida por "La Venecia del Norte". Tiene muchísimos puentes y unos edificios de colores que me encantan. Vamos a estar unos días aquí. 
Estoy conociendo gente con cosas que tiene muchas cosas en común conmigo. Hoy he estado hablando con dos chicos que les apasiona la música tanto o incluso más que a mí. Desde que he llegado aquí he encontrado algunas personas con las que puedo identificarme de verdad. Creo que eso es la mejor parte de viajar, vaya donde vaya. La vida en la carretera da igual si estás bien acompañado, y es lo que tengo aquí.





















miércoles, 23 de septiembre de 2015

El tiempo pasa demasiado rápido

   ¡Hola! Soy María y al igual que mis compañeros, yo también estoy la increíble experiencia de vivir dos meses en Polonia junto con dos compañeros más: Dani y Andrea. Ya llevo aquí dos semanas y media y parecen que han sido dos días. El tiempo pasa demasiado deprisa.

 .
  Antes de llegar aquí estaba muerta de miedo, muchas dudas y miedos asaltaban mi mente: ¿y si no me adapto? ¿y si no congenio con la familia? ¿y si echo demasiado de menos España?... pero esas dudas han ido desapareciendo a lo largo de estas dos semana, en parte gracias a mi hermana de acogida Kinga.

 Además contamos con la ayuda de nuestros profesores la primera semana. Fue con ellos con quienes hicimos nuestra primera excursión; al santuario de Czestochowa.



   Mi familia es genial, los padres no saben hablar inglés, pero no es ningún problema para mí, ya que gracias al traductor podemos comunicarnos, además es muy gracioso para ellos oírme pronunciar algunas palabras en polaco. La hermana pequeña, que se llama Ada, sí sabe hablar inglés y aunque es tímida y le cuesta hablar conmigo me encanta y es súper graciosa. El primer domingo entero que pasé con ellos me llevaron a Cracovia, fue un día alucinante. Estuve visitando la ciudad, que por cierto es muy bonita y mientras íbamos paseando por ella Ada y su padre Mariusz iban haciendo tonterías como bailar cuando alguien estaba tocando o hacerse fotos en la bicicleta pintada en el carril de bicis

  Aunque sin duda lo más gracioso de ese día fue cuando estaba visitando un castillo y de repente veo a un hombre con la camiseta del Club Deportivo Badajoz. Me acerqué a él y le pregunté que si era de Badajoz y me contestó que sí que vivía en Valdepasillas. 




 Después de comer en Cracovia, mi familia decidió que podíamos ir al centro de concentración de Auschwitz, un sitio bastante duro de ver pero sin duda no puedes irte de Polonia sin visitarlo. Kinga es muy buena en historia y me estuvo explicando todo lo que sucedió allí. Salí bastante impresionada de aquel lugar.

 Respecto al instituto... ¡aún me sigo perdiendo en él! Es enorme y tiene unas 800 personas, cada día hay una nueva cara que ver. Tiene taquillas, un gimnasio grande, cafetería, un gimnasio para aerobic y una cancha de baloncesto. Aquí no hay un horario fijo como en España, entras y sales según las asignaturas que te tocan cada día, (adoro los jueves porque entro a las 10 jajajaja). Además tenemos una habitación con un sofá (no sabéis lo bien que nos viene a primera hora de la mañana) mesas para pasar nuestros tiempos libres y hacer nuestras tareas de España.

  A parte de hacer algunas cosas de España, también tenemos que asistir a química, matemáticas y educación física en polaco, a inglés y a unas clases especiales donde nos enseñan algo de polaco.  El primer día que hicimos educación física lo pasé un poco mal, el año pasado cuando dimos volleyball en el instituto no se me dio demasiado bien y adivinad qué, ¡aquí en educación física la mayoría de las veces se juega a volleyball y los enseñan desde pequeños!, Yo me reía por no llorar cuando no era capaz de tocar el balón ni una sola vez, pero las chicas nos van ayudando a Andrea y a mí a aprender a jugar y vamos mejorando, además el otro día nos dieron un respiro y jugamos a baloncesto y me lo pasé genial.

  También hemos probado a ir a otras clases como francés y así conocer a más gente porque eso de que la gente polaca es más cerrada es MENTIRA. Era muy divertido cuando los primeros días estábamos en nuestra habitación y de repente entraba alguien y preguntaba ¿sois los españoles no? y se quedaba allí a hablar con nosotros. Vamos haciendo amigos poco a poco además de los que ya teníamos de los anteriores proyectos Erasmus + de España y Finlandia.

  Por cierto, otro mito que no es cierto, la comida de Polonia no está mala y es bastante similar a la española, aunque los polacos tienen unos horarios de comer un poco raro. Los primeros días yo creía que los dos sándwiches que me echaba Marta. la madre, cada día eran la comida, así que cuando llegaba a casa no comía hasta las siete o las ocho que era la cena. Un día Kinga vino a mi cuarto súper preocupada porque no comía y sus padres también estaban preocupados por la misma razón. Le tuve que explicar que en España era diferente y no sabía que aquí se comía tanto, luego ella se lo explicó a sus padres y se empezaron a reír mucho.
  

  Por último quería contar que el otro día estuvimos en un partido de volleyball en el instituto. Aquí los jugadores de volley miden 3 metros y a su lado me siento enana (en realidad me pasa también con los que no juegan porque aquí la gente suele ser muy alta jajaj). En el partido la verdad al principio pasé miedo porque les pegaban unos cañonazos al balón que como alguno hubiese impactado contra mi cara, hubiese vuelto a España volando del golpe, pero luego me gustó mucho verlo porque los chicos eran muy buenos.

                ¡Ya os iré contando más de mi experiencia!




martes, 22 de septiembre de 2015

2 semanas como pestañear.

Mi hermano Igor :D
Hola! Yo soy Daniel, tengo 16 años y quiero contarte lo que estoy viviendo aquí en Polonia.
Tenía muchísimas ganas de venir aquí y empezar esta aventura porque a veía como una experiencia muy buena. Pero es que he llegado aquí y todo ha ido más allá de lo que me imaginaba. Todas las dudas y miedos que podía tener antes se han ido y no sé donde, porque no los encuentro. Así que te voy a contar todo desde el principio.

El viaje fue cómodo porque nos acompañaron los profesores y es una gran ventaja tenerlos como apoyo. Hubo un momento que nos hicimos un poco la maratón en el aereopuerto porque íbamos a perder el vuelo pero nos reímos mucho.
Cuando aterrizamos estuvimos hablando sobre los saludos en Polonia. Estábamos decidiendo entre darle la mano a la gente o darle los tres besos que se dan aquí y llegamos a donde nos esperaban. Las profesoras nos dieron tres besos rapidísimo, y a Bartosz (mi amigo de acogida) le di un abrazo pero cuando fui a saludar a la madre le di un beso y una especie de amago jajajaja.
Luego me lo explicaron, cuando conoces a alguien le das la mano y cuando ya sois amigos le das un beso.
Mi casa está genial. En una planta vive mi familia y debajo mis abuelos de acogida, todos estamos juntos. Además, los otros abuelos viven en la misma calle junto con los tíos.
Mi familia es la leche, siempre tienen una sonrisa y palabras bonitas. Y aunque no hablan inglés yo lo veo como una ventaja porque cuando les quiero decir algo lo traduzco al polaco. Yo lo intento decir y luego nos reímos de lo mal que hablo jajajaja. Lo que más me flipa de esa familia es que hacen casi todo juntos y aunque sea muy temprano y falten ganas, no falta el cariño. En ese aspecto estoy intentando aprender de ellos, y funciona.
Te prometo que no hay un día en el que me haya levantado sin ganas. Sí, estoy cansado muchas veces, y Andrea y yo queremos dormir mucho más (María no madruga, es una chula) pero siempre tengo ganas de empezar el día.
Mi familia! (y mi cara jajajaja)
Es fácil ser feliz cuando eres agradecido y doy gracias por todo lo que tengo aquí. Hace poco se lo contaba a Andrea: parece que cada día todo se pone mejor. Estoy seguro de que estoy viviendo un sueño y me encantaría prestarte mi cuerpo para que sintieras lo que siento yo ahora mismo. Algunos me dicen que dentro de poco se va a acabar eso y que voy a tener un bajón o algo así. Puede que tengan razón, ya te contaré.
 Te voy a dar un consejo que quiero que guardes siempre que vayas a otro país: Habla con la gente en el idioma de allí. ¿Sabes lo bueno que es eso?
A todo el mundo que conozco les digo "hola", "encantado de conocerte" y "gracias" en polaco. Decirlo en inglés está bien pero crea un poco de distancia. Cuando intentas hablar su idioma la gente ve que quieres ponerte a su nivel rompes todas las barreras. Después lo que recuerda la gente no es un tío que ha venido de intercambio, se quedan con lo mal que
Canté una canción
para clase de inglés
pronuncio, con lo que nos hemos reído y el tiempo que hemos pasado. Y lo mejor es la cara que se les queda a ellos, tendrías que venir y verlo tú.
En el instituto me lo paso requetebién. No te voy a mentir, las clases de Matemáticas y Química en polaco no me parecen una fiesta pero  es que siempre hay algo chulo. Allí puedo conocer a mucha gente y a veces nosotros mismos tenemos algo que ofrecer a la clase.
En inglés es donde más a gusto estamos con todo porque aprendemos pero también podemos hablar sobre nosotros y preguntar sobre Polonia. (
También tenemos clases de polaco básico y cada vez me gusta más.
Educación física es la pera. Solo hacen deportes de equipo como voleibol o baloncesto y esos son deportes que me molan. Estábamos jugando a voley y el entrenador dijo que quería que entrenase con el equipo del colegio así que ahora entreno algunos días las dos primeras horas de clase. Los jugadores de voleibol tienen un horario especial. La escuela los prepara para que sean profesionales así que entrenan por la mañana y por la tarde. Y madre mía, van a tener que cambiar las puertas porque no caben ya. Son más grandes que mi casa y muy buena gente.
Estoy enamorado del instituto en verdad.
Voy a volver gordo a España, lo siento mucho. La comida es algo muy importante aquí y para mí también, así que estoy super contento. Todo me gusta, excepto lo que me pusieron el otro día: Gelatina de sopa. Estaba rico porque las sopas aquí son canela en rama pero
no era algo a lo que estaba acostumbrado.
Una de mis mayores dudas era la gente, ¿Cómo iban a ser? Pues mira, son de lo más simpáticos. Es muy sencillo hablar con ellos porque están abiertos a nosotros. Nos ven (se nos quedan mirando) por los pasillos y la verdad es que somos algo famosos. María y Andrea tienen mucha facilidad para conocer nueva gente así que están haciendo muchos amigos y amigas.

 La verdad es que todo este tiempo se ha pasado muy rápido y quiero disfutar todos los días al máximo, no quiero perderme nada.

Hasta luego!
Daniel


¿Dos semanas o dos días?

¡Hola! O mejor dicho: Cześć! :D
 Yo soy Andrea y lo que vengo a contaros es mi experiencia en Polonia durante estos dos meses de intercambio.
6/9/2015
Parece mentira que ya hayan pasado dos semanas desde el día que nos montamos en el avión para comenzar esta aventura. Si soy sincera, mi mayor miedo antes de montarme en ese avión no era precisamente el separarme de mi familia. Todo aquel que me preguntó si estaba nerviosa sabrá que mi respuesta siempre era ''Sí, estoy nerviosa, pero porque me pese bien la maleta'' Y es cierto. Mi mayor miedo antes de subirme al avión era que mi maleta no sobrepasase los 23 kg, y tuve bastante suerte pues pesó justamente esa cantidad. Pero ahora volviendo a lo interesante, es cierto que cuando estaba sentada en el avión con mis dos compañeros muchas preguntas me venían a la cabeza y algún que otro miedo me surgía. Te pones a pensar y vaya, son dos meses, eso tiene que ser mucho, ¿no? Dos meses sin tu familia, sin tus amigos, sin el Instituto al que vas siempre, sin ir a la academia de baile en mi caso, y eso sin contar que en Polonia hace más frío, que la gente es más reservada y que yo vivo a 40km del instituto al que vamos... Ufff! Pues no es tan fácil, ¿eh? Pero la verdad es que no es así. El venir a Polonia me ha hecho quitar un montón de ideas de mi mente y es que eso de que aquí la gente es más reservada... es mentira. En cuanto conocí a mi chica polaca (Iga) empezamos a hablar y creo que no paramos hasta que llegamos a casa...(y eso que eran casi 2 horas en coche).
Mi hermana Iga
Mi madre polaca (Monika) creo que es la persona más graciosa de toda Polonia (y habla genial inglés), y eso sin contar con mi hermano (Alec) que con tan sólo 10 años puede mantener una conversación perfectamente conmigo en inglés.
Monika, Iga y yo
Pero claro, eso no es todo, ¿qué pasa con los otros dos chicos que acogen a María y a Dani? ¿Y con los demás del instituto? Pues lo mismo. Tanto Bartosz como Kinga son dos personas abiertas y muy simpáticas, y la gente del Instituto desde el primer día querían hablar con nosotros. Además, nosotros tenemos la suerte de que ya conocíamos a muchos polacos de este instituto pues cinco de ellos viajaron a España, (una de ellas estuvo en mi casa) y otros cinco de ellos coincidieron con nosotros en Finlandia, así que, desde el primer día ya teníamos muchísimos amigos. Y ahora bien, ya que he empezado a hablar del primer día, os voy a contar todo lo que pasó desde entonces. Como ya os he dicho, desde que bajé del avión me sentí contenta al conocer a mi familia y me sentí como una más de ellos. Pero eso no es todo claro, ¿qué pasa con la casa? Bueno pues tenéis que saber que cuando llegué a mi casa...flipé. Todavía no estoy segura de si vivo en una casa o en una mansión, porque sólo con deciros que mi habitación es más grande que el salón de mi casa en Badajoz os podéis hacer una idea. Y no sólo eso, es que la casa es preciosa, y muy acogedora. Bueno, seguro que estáis pensando, no todo tiene que ser tan perfecto, ¿qué pasa con la comida? Pues tampoco es algo por lo que preocuparse.
Czestochowa
Llevo dos semanas aquí y todavía no he comido algo que no me gustase. Yo diría que es bastante parecida a la comida española. Hay muchas cosas que cambian, y muchos menos tipos de carne, pero la verdad es que no es para nada opuesta y hasta ahora todo ha estado muy bueno. Eso sí, los horarios de comida no son los mismos, ¿es difícil adaptarse? Pues en esto no voy a mentiros. A mí me resulta todavía un poco raro. El desayuno de por la mañana y la merienda de media mañana es igual que lo que hacemos nosotros, pero la comida y la cena en mi caso, es bastante raro. Todos los días a llegar a casa del instituto comemos, pero no es siempre la misma hora. Un día podemos comer a las 3 pero otro podemos perfectamente comer a las 6, y ahí llega mi confusión porque hay días que no sé si estoy comiendo o cenando... Pero no hay que preocuparse. Yo si llegan las 9 y tengo hambre y veo que ellos no cenan, les digo amablemente que si me puedo hacer un bocadillo y ellos están la mar de contentos de verme comer.
¡Primer día de clase!
Bueno, y ahora, después de tanta comida...¿Qué tal el Instituto? ¿Cómo son las clases? Bueno pues el Instituto es genial. La verdad es que tú ves la puerta y dices, pues no es nada del otro mundo, pero cuando ves las cuatro o cinco plantas que tiene (todavía me pierdo en él) se te pasa. El gimnasio (o los gimnasios) son una pasada, la biblioteca, la cafetería... Todo está genial. Lo único, es que no hay patio. La decoración que tienen a mi personalmente me gusta muchísimo pues lo tienen muy organizado, tienen muchas secciones como pueden ser: los mejores estudiantes del año, los capitanes de los equipos en deporte, los encargados del curso, los profesores... y tienen muchas fotos de alumnos bailando, cantando, o posando de manera divertida. Hay muchísimas clases y muchísimos profesores, pero nada comparado con la de alumnos que hay. Hay por lo menos 800 personas en el Instituto, y como podéis imaginar, no todos se conocen. Es más, hay días que voy con Iga por el pasillo y ve a alguien y me dice: Es la primera vez que veo a este chico/a. Pero la verdad es que eso está bien, pues estamos conociendo a muchísima gente, de diferentes edades, diferentes clases, diferentes gustos y diferente todo. Y eso es lo mejor. Ahora hablando de las clases, todo depende de a quién de los tres le preguntes. Si le preguntas posiblemente a María, te dirá que lo peor son las Matemáticas, si le preguntas a Dani, posiblemente dirá que lo peor es Química, y si me preguntas a mí te diré que lo peor es Educación Física cuando me ponen a jugar baloncesto o voleybol con chicas de casi 2 metros. Porque no os lo he contado, pero aquí la gente debió desayunar desde pequeños todos los días un Petisuit porque hay chicos del equipo de voleybol que parecen un rascacielos en persona. Las chicas no son tan altas, pero las comparamos conmigo y bueno, pues se nota bastante.
Ya no sólo es fácil diferenciarme por el pelo oscuro y los ojos oscuros que también me ven de lejos y saben perfectamente que es la chica española. Aquí todos son muy altos comparados con María y conmigo, y cuando nos pusieron a jugar con la clase a baloncesto yo creía que lloraba de la frustración. Intentaba marcar canastas y venía una chica de 2 metros y me bloqueaba todo el rato. Eso sí, he de decir que estoy bastante contenta pues ahora hago los saques de voleybol perfectamente y Doña Auxi más que nadie sabe que esto el año pasado...no me pasaba xD. Pero no es tan duro. Las chicas son muy majas y ayudan en todo lo que pueden. Nos enseñan a mejorar pues aquí todas saben jugar perfectamente a voleybol (es el deporte estrella) y nos ayudan en lo que nos cueste. Lo mejor de Educación Física es que una hora a la semana tenemos aerobic y bueno, ahí me lo paso súper bien. Siguiendo con el tema, os hablaré de las clases. Aquí es distinto a las de España pues las clases son de 45 minutos y constan de un descanso de 10 minutos cada una. Es decir, entras a las 8 al instituto, y tu primera clase termina a las 8:45, y tu siguiente clase no empieza hasta las 8:55. Además, después de la tercera hora hay un descanso de 20 minutos, que sería como nuestro recreo. Pero los horarios son muy flexibles, no todos los alumnos entran a la misma hora al instituto y no todos terminan a la misma. Dependiendo de las asignaturas que tengas y las clases que tengas puedes entrar tanto a las 8 como hasta las 11, o puedes salir a la 1 y media un día y otro a las 3 y media. Todo depende de a lo que estés apuntado y las clases que tengas. Esto, para mí, a veces es un poco duro. Pues como dije antes, yo no vivo en la ciudad, que se llama Czestochowa.
Olsztyn

Czestochowa
Yo vivo en un pequeño pueblo que está a 40km llamado Krzepice. Pero no es un problema, pues no estoy sola. Dani, también vive aquí con Bartosz, y cogemos el autobús todas las mañanas. Eso sí, nos tenemos que levantar a las 6 en vez de a las 7 como hace María, pero siempre podemos dormir en el autobús... El volver a casa tampoco es un problema, o nos venimos juntos en bus, o lo hacemos en coche, o nos vamos separados, depende del día. Pero la verdad es que te acabas acostumbrando, y el pueblo en el que vivimos está muy bien. Tras esta larga explicación del horario, ahora os voy a hablar de lo ''importante''. ¿Qué clases tengo? ¿Es difícil el Polaco? Aquí en Polonia a las clases que asisto son: A educación física, a inglés (de nivel medio, nivel avanzado, nivel más bajo... todas las clases posibles xD) a Química, a Matemáticas (de nivel medio y nivel más bajo), a francés, y a polaco. En Educación Física y en Inglés es como si estuviésemos en España. La profesora de aquí nos pone la nota y esa nota es la que va a salir en nuestra evaluación. En química y matemáticas es algo distinto, pues las notas nos cuentan, pero cuenta más las tareas de España, y de francés y polaco, vamos a aprender lo básico, aunque yo de francés sé un poquito. Ahora bien, el polaco no es coser y cantar. La verdad es que es un poco complicado, sobre todo con algunas letras raras, pero vamos aprendiendo poco a poco. Y ahora, para no hablar de tanta clase y estudios, ¿qué hacemos por las tardes? Pues lo mejor de estar aquí es que nunca se sabe. El primer día, por ejemplo, fuimos a visitar el Monasterio de Czestochowa que es lo más famoso de la ciudad. Fuimos con los profesores y nos divertimos mucho.
La tarde la terminamos Dani y yo en casa de su chico polaco comiendo macarrones, helados, e intentando hablar en polaco a través de traductor con su hermano, y nos divertimos muchísimo. Otros días, hemos ido a dar una vuelta cuando hemos terminado de estudiar, pero sin duda lo mejor es cuando he ido con Iga a su academia de baile. Me quedo fascinada. Su estilo es bailes de salón y aunque es completamente opuesto al mío, me encanta. Y todos los de aquí son realmente buenos. Todavía no he probado a bailar con ella pues bailan con pareja de chico-chica, pero quien sabe, ¡a lo mejor me animo! Pero eso no es todo, el primer fin de semana, fuimos a una especie de fiesta en la que ponían música polaca y había desde adolescentes hasta viejecitos de 70 años bailando. La verdad es que acabé mareada de tantos giros que di al bailar, pero me lo pasé genial, y lo mejor fue el día siguiente, que visité Olsztyn y su castillo con mi familia. Hacía un sol radiante y bastante ''calor'', nos reímos muchísimo y nos hicimos bastantes fotos, que ahora veréis.
Castillo de Olsztyn
El segundo fin de semana tampoco ha sido menos. El sábado fue bastante gracioso. Pero es que no todo puede salir a la perfección. Si sois alérgicos, os habrá pasado que un mosquito os ha picado más de una vez y alguna parte del cuerpo ha reaccionado de mal manera y se ha hinchado. Bueno, pues a mi me pasó. Y lo mejor fue que me pasó en el ojo, y podéis imaginar que estuve prácticamente el día entero con un ojo que el pobre tenía complejo de alien pues estaba igual de hinchado que como si fuera el de un extraterrestre. Pero no pasó nada, la reacción se bajó en seguida gracias a unas gotas que me dio mi madre y ahora veo perfectamente. Después de esta pequeña experiencia, el domingo pasamos todo el día Iga y yo fuera (ya mi ojo estaba casi recuperado). Fuimos al centro comercial, a su academia, al cine, a cenar... La verdad es que acabamos reventadas. Pero está genial, y este fin de semana pinta mucho mejor así que ya os iré contando.
La verdad es que por mí me quedaría mucho tiempo más. ¡Me siento como en mi propia casa! No quiero que el tiempo pase tan rápido... Hemos estado aquí dos semanas y parece que han sido dos días... Pero dicen que cuando pasa eso es porque lo estás pasando bien, así que supongo que es bueno.
Os dejo con algunas fotos de estas dos semanas!
OLSZTYN
Mi foto favorita












¡MI FAMILIA!




Do widzenia!
Andrea :)